Contratiempo
El sábado, 5 de abril, mamá mandarina se puso enferma. No se metía en el nido a empollar. Se emplumó y tenía mal aspecto. El macho estaba inquieto. La rodeaba y trataba de espabilarla para que subiera al nido. Se metía él, estaba un rato y salía a picotear suavemente la cara de la hembra. La molestaba para que se moviera. Era algo alucinante.
Consulté en internet, hablé con un criador y al final decidí darle un antiestrés y algo de antibiótico. ¡Qué pena! Solo faltaban 3 días para ver el aspecto que tendrían sus polluelos. Esa noche, como todas, la pareja durmió dentro del nido. Al día siguiente parecía estar mejor, pero el lunes por la mañana ya no se movía. Las cosas son así. Te ilusionas, quieres ver cómo evoluciona todo, te replanteas la alimentación, dónde ha estado…
Aprendiendo a Ver 